Recibiendo múltiples realidades
y cerrando los ojos una y otra vez;
caía sobre nosotros
aquella noche
de tedio, roto por el
amanecer
Roturado el amanecer que latía
como el corazón que late en el papel
cuando escribimos lo
ambivalente del ser,
los paradigmas que
inextricables son.
Cuantas veces he de
decirlo?
somos esclavos que
inestables vamos
hacia una hidalguía, igualmente hacia la luz,
la percibida y cerrada al entender
abriendose en una
llama que ciega
se abre viva con la noche en la poesía.
Firmas: participantes:
un soneto endecasílabo al trabajar lo escrito entre 1000 y una palabra al alcance de cualquier voca haciéndose voz.
lecturas obligadas: REVISTA DIGITAL EL TALLER