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miércoles

Tareas del Jueves 21 de Abril 2022

 Carta a Dios

Querido Dios,
¿Cómo has estado? ¿Obrando milagros? Quiero imaginar. Esta semana reflexioné sobre el futuro, tú sabes, del porvenir. Ocurrió lo siguiente, me cuestioné qué tanto puede uno vislumbrar tus curiosos planes ¿acaso existe una mecánica cuyo resultado devele la última cena de cada quien, el último paso, el último respiro en esta tierra? Cuanto se me ocurrió fue ficticio, imaginario completamente, no pude descifrar ni tan siquiera un segundo del transcurso del tiempo.
Hice una serie de pruebas, por ejemplo, balanceé una madera, angosta pero ancha y larga, determinando que caería hacia su cara izquierda y cayó sobre su cara derecha, luego preparé café, estrictamente como lo hago siempre, pero esta vez supo completamente diferente. Me dispuse a dibujar y visualicé sobre el papel una línea, recta, 23 centímetros de largo, con un ángulo de 23 grados. Tomé las herramientas, hice las medidas y la línea no salió como la imaginé. Por último, ya arto del fracaso, tenté al destino y juré que ese mismo día moriría sin falta, sin excepción. Y contrario a todo pronóstico heme aquí, definitivamente vivo.
De todos modos, habré de continuar mis pesquisas con el concurrir de los días.
Que suerte la tuya y la de los tuyos, que si mueren saben cuando y si no saben pues no mueren.
Me despido así de usted.
Su humilde siervo en esta tierra.
Bariloche, Río Negro, Argentina, 19 de abril del 2022.





POEMA: Tengo Miedo 

Tengo miedo madre acúñame
Tengo miedo hija agóstame
Tengo miedo amiga arrópame
Tengo miedo dios furioso, guíame.
 
Tengo miedo hay guerra en todas partes
La guerra del nunca acabar, del nunca jamás
Algo distinto. Hay un miedo que
ahonda en mí, entraña moribunda de cara al mundo.
Tengo miedo terrible de empuñar un fusil
Miedo de robarle tiempo al tiempo, vida a la vida, aniquilar el alma del porvenir
cortando, cercenando, cabezas y extremidades de niños, pequeños niños,
niños hombres, niños mujeres, niños ancianos
las niñas ciudades y todo lo grande y todo lo pequeño.
Tengo miedo de que la guerra final se esté acercando, una extraña presunción antigua
Como si el primer día de batalla hubiera sido hace mil milenios, y mañana se definiera todo con los últimos muertos al alba.  





William-Adolphe Bouguereau (1825-1905) - El Alba (1881)

Esta imagen, como las tantas que se pueden encontrar en internet, sobre las grandes obras de los maestros de la pintura, en este caso Bouguereau, no se ven realmente como son. Quiero decir, mas allá de la diferencia que hay entre una obra física y una imagen de la misma, hay circunstancias de la vida de la obra que hacen que su apariencia cambie ligeramente o de manera mas drástica. La suciedad, el trato de la pintura , las restauraciones hechas, las posibles ediciones efectuadas sobre la imagen digital. Y sin embargo,  por debajo, o por encima, de los vaivenes de la vida lo fundamental de la obra permanece, con cualquier color, bajo la suciedad, en plena guerra o en nunca plena paz. La pintura al igual que el poema es lo que las palabras se dicen entre sí.