HE GUARDADO EL TANGO EN LA LUNA
La fragilidad de tus lágrimas contrasta
con la fortaleza de tu mirada
y se emancipan hacia la aurora que se
expande tras el océano.
Las olas me dan vértigo, no puedo permanecer en la cresta.
Me tuerzo el tobillo y me caigo
Como un martirio desaparece la luna
en esta ciudad que se queda estática
en este paraje rocoso, inhóspito en
el que un disparo rompe el silencio que se yergue
como una cárcel y se transforma en chiste
Gota a gota relleno este vaso con
palabras,
y poco a poco se transforman en barro
para curar esta herida que no cicatriza
en mi lengua,
y no me deja decir.
Me muerdo la lengua y mi piel se
rompe y llora,
con esa melancolía que penetra en lo mas
hondo de mi alma,
Iluminando las venturas que están por
venir
y como siempre abro la ventana para dar paso al poema