Tareas del 18 de agosto
POEMA: PRESAGIO DE TU LLEGADA
Se vislumbraba una loca agonía
ansiedad insistente y desolada
se hacía más abrumadora a la vez que los latidos del corazón sonaban más fuerte
emoción incontrolable que inunda la perspectiva de un mañana
solo hay desamparo y tristeza
mirada sesgada y amorfa
continua desesperanza
miedo incontrolable
invento y lo creo con fe ciega
terror a emitir movimiento alguno
a medida que muevo los pies me hundo mas
no se ve luz
se ve una bruma borrosa que amenaza con tomarse por completo
intransitable el camino de la razón
opaca la emoción
me dejo sentir
me escucho
vuelo
variaciones 1
ME HE
ABANDONADO
Me he
abandonado
como un cristal
que cae sobre la bruma espesa de tu mirada,
Y No encuentra su suerte en la firmeza de un sueño,
si, un valor
distante donde los miles de pedazos
que volaron por todo el ambiente fueron
mi cuerpo, que ya no estaba. Todo se movía en cristal
enardecido
Sin control, mi desesperación ya no sirvió.
Que contradictoria
y paradójica es la caída.
Sacar los
vestigios, los residuos que enceguecen.
Borrar lo aprehendido
Dejarme llevar.
HISTORIA:
MIS COMPAÑEROS DEL TALLER DE POESÍA
Todo era normal en el taller de poesía. Nos hacían escribir una carta, una historia y una poesía en cada clase de los jueves. Éramos tres, a veces cuatro, disfrutamos de leer y escucharnos.
Cierto día un compañero contó una historia de dos amigos que discutían sobre la vida y la muerte con un diálogo muy particular. Me sorprendí cuando caminando hacia el supermercado en una parada de colectivo, dos personas tenían exactamente la misma conversación que había escrito mi compañero. Pensé que era mucha casualidad y no le di importancia.
Otro jueves, una compañera contó una historia de amor, esos relatos desgarradores que llegan al alma. Una semana después, en el trabajo, una colega me cuenta una historia de amor de un amigo exactamente igual a la que había escuchado en el taller.
Ahora si, esto era realmente inextricable, era demasiada casualidad que todo lo que escribieran mis compañeros del taller se transformara en realidad. Cuando me percaté de esto, me empecé a desesperar e inquietar con las consignas de las profesora, ¿ Qué pasaba si nos indicaba escribir una historia de muerte y desolación? ¿ Qué pasaría si nos encomendaba narrar una historia donde la oligarquía gobernaba la sociedad, y todos/as quedamos súbitos a sus dictámenes?
Entonces un día, un compañero hizo una historia distópica, en donde los y las humanas nos quedaban 48 horas para que el sol se destruya, y con ello la tierra. En la historia se sometía a un sufragio, sobre quienes se podrían salvar yéndose a otro planeta, y quienes no.
Al escuchar esto, mi corazón se aceleró, ¿ Nos quedaban 48 horas de vida?, me desesperé. Le pedí por favor a mis compañeros que creáramos un final alternativo en donde esto no sucediera, porque temía que todo se torne real.
Nos quedamos escribiendo entre todos y todas una historia, la llenamos de amor y de esperanza, creamos versos alentadores, inteligentes,estratégicos e inundados de vida. Así sin más, cuando pusimos "fin" en el texto, nos invadió una sensación de paz tan estremecedora, que supimos en ese momento que las palabras eran una herramienta fundamental para escribir el mundo.