CARTA
Prontamente, los poemas se hacen mas y mas largos, y la cuestión se trata ahora de donde cortar el chorro, por así decirlo. Me veo tentado constantemente a abrir paginas en blanco y escribir hasta perder el sentido, perdida la cual decreto cuando llega el afecto, en ese sentido, me refiero a cuando la escritura, o el chorro de palabras, se ve afectado de manera que queda inhabilitado.
En ese sentido también me hace pensar en los eventos sociales en los que uno es social hasta que la cosa se pone rara, podríamos decir. Ahí es cuando para. Entonces pienso, en la escritura tanto como en las fiestas, cuales son los motivos, cual es el afecto y como están afectando. Dependiendo la lucidez del momento y que tanto haya estudiado ese día el análisis será posible o imposible. Posible no porque de forma alguna se complete el análisis, sino porque fue posible iniciarlo, imposible es cuando ni siquiera eso, el comienzo, a lo que respecta a mi interés y a mis breves conocimientos, puedo decir que es lo importante, pues donde es posible el poema es posible la vida, y si no puedo aplicar la lectura poética en tal momento el motivo, más haya del resultado de una futura interpretación, será definitivamente algo que se entrometa en mi salud, pues no podría hacer el poema. ¿y entonces que es de mi vida?
Un tipo cualquiera que no ha llegado al país de la poesía.
Disfruto profundamente del silencio, el sexo fuerte, y las drogas duras. De faltarme una de esas al despertar correría peligro de no llegar vivo al medio día. Como me es difícil conseguir novia tengo la cocaína en la mesa de luz, y como los vecinos hacen mucho ruido por la mañana tengo la cocaína en la mesa de luz. En fin, normalmente por las mañanas opto por la cocaína y el resto del día es un misterio, ni tan misterioso y cuya incertidumbre tengo que controlar de algún modo pues de ser la cocaína mi consuelo el día entero, también son pocas las posibilidades de mi vida. así que dentro de lo misterioso de los días me propongo firmemente conseguir el silencio o el sexo.
Todo pesa, hasta mis delgadas carnes
Que hacen pesar todo mas
Mis delgados huesos que sienten
El peso, no mayor, más mejor
De los días que pasan y las cosas que van
Y vienen haciéndose y sin hacer.
El sueño ya, como el lapsus, y el chiste
Como cualquier acto psíquico, es parte
Del estudio de hoy, parte de la vida
Que de a partes voy viviendo
Y cada quien vive, como cada sol ilumina
Un pedazo predilecto de universo.
Todo pesa y hasta la buena salud y la hermosura
Se hacen una carga, que pesa y pesa y no hace
Mas que pesar. Y las expectativas y silencios
No hacen mas que pesar, hasta el punto
En el que lo único que no pesa es el insomnio
Del trabajo, estar profundamente drogado,
O estar entre los brazos y piernas de una mujer.
Todo pesa, si, como la esperanza y el suicidio,
Como el asiduo discurso informe de todo aquel
Que habla sin hablar en si mismo, y sin poder
Hacer otra cosa que hablar en si mismo.
Pesa como el rechazo de la linda y el acojo de la fea.
Pesa como la envidia del que tiene más y mejor pan
Pesan el alcohol y los tabacos, y el deambular
Ya solo me ampara el remo incesante que habrá de mover
No tan solo una barcaza pequeña como yo
Y mis delgadas carnes, sino una fragua entera
Con luna y con gitanos para bailar. Porque ya
Cansados en demasía, después del baile
Todos caemos rendidos en el mismo lugar.
Trabajar, rezar, y hacer el amor, son el único motor
De mi carne ya flaca tan temprano y tan vieja
Como el paisaje.